El fotoperiodismo es un género periodístico que representa y comunica a través de fotografías ciertos sucesos o temáticas. El/la profesional que realiza este género es conocido como reportero/a gráfico/a o fotoperiodista. Estos/as narradores/as visuales son los encargados de transmitir historias a través de imágenes, brindando una perspectiva única y poderosa de los acontecimientos noticiosos. En este artículo, exploramos las diversas facetas de la labor de un/a fotoperiodista, desde la búsqueda de historias hasta la edición final de las fotografías.
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Índice de contenidos
¿Qué hace un/a fotoperiodista?
Un/a fotoperiodista es mucho más que alguien que simplemente toma fotografías. Su función va más allá de capturar imágenes llamativas; implica una profunda inmersión en el mundo de las noticias y la habilidad de comunicar a través de la fotografía. El/la fotoperiodista se convierte en el ojo del público en eventos de todo tipo, desde protestas políticas y desastres naturales hasta momentos cotidianos que cuentan historias únicas.
Sin embargo, no todas las fotografías que circulan por los medios son noticia. A continuación, te damos unas claves para entender un poco más del fotoperiodismo y del profesional que lo ejerce.
Buscar la historia noticiosa
La tarea principal de un/a fotoperiodista es identificar historias visualmente impactantes que merecen ser contadas. Esto implica estar al tanto de los acontecimientos actuales, investigar y comprender el contexto de las noticias en desarrollo y anticipar momentos significativos. Al igual que un/a reportero/a de noticias busca el ángulo correcto para una historia, el/la fotoperiodista busca el ángulo visual que encapsule la esencia de un evento.
Este/a debe decidir qué quiere decir, a quién quiere dirigir la historia y cómo planea contarla.
Determinar elementos gráficos
Una vez que el/la fotoperiodista encuentra una historia, debe considerar los elementos visuales que compondrán la imagen. Esto incluye decidir qué elementos en la escena son los más importantes para transmitir la narrativa. La composición, la iluminación y la perspectiva juegan un papel crucial en la creación de una imagen impactante y emotiva.
Todo fotorreportaje transmite una idea a través de un cierto punto de vista. Este se refiere a “desde donde”, el/la fotoperiodista contará la historia para mostrar los acontecimientos. Todo dependerá de la distancia e inclinación de la cámara que se elija para tener diversos resultados de una misma imagen. A esto se le llama encuadre.
El encuadre determina qué entra y que no en una imagen. A partir de él se decide de qué manera los objetos, situaciones o personajes serán tomados por la cámara. El encuadre se debe componer de planos, ángulos, color y luz.
Los planos muestran la relación de tamaño que se da entre el cuadro de la imagen y el personaje que aparece dentro. Estos tienen objetivos expresivos y narrativos diferentes. Ahora bien, los ángulos tienen la misión de dar superioridad o volumen a aquello que queremos mostrar. Y la luz permite crear atmósferas, climas y determina la importancia de los objetos y personajes.
El/la fotoperiodista como redactor
La fotografía por sí sola puede ser poderosa, pero se vuelve aún más poderosa cuando se acompaña de contexto. Aquí es donde el/la fotoperiodista también asume el papel de un redactor visual. Al documentar un evento, el/la fotoperiodista debe capturar no solo momentos estáticos, sino también los detalles que cuentan la historia completa. Además, la capacidad de titular las fotografías de manera informativa y evocadora es fundamental para guiar a los espectadores y espectadoras a través de la narrativa visual.
También es muy importante poner un pie de foto a todas las imágenes para dar mayor información al lector. Esto es así porque no todos vemos y leemos lo mismo. La fotografía tiene un carácter ambiguo que provoca una interpretación diferente en cada persona. Así que, el texto complementará la información que representa la fotografía, proporcionando datos como nombres de personas, lugar o momento que se muestra.
Edición de fotografía
La edición es una fase crítica en el proceso del fotoperiodismo. Las imágenes capturadas en el campo a menudo requieren ajustes para realzar su impacto y claridad. La elección de las mejores fotos y la aplicación de ediciones sutiles, como la corrección del color y la exposición para mejorar la calidad, son habilidades esenciales para un/a fotoperiodista. La edición también implica la ética de la representación precisa: las imágenes deben ser fieles a los eventos que capturan.
Además de poner atención en todos estos elementos para armar un fotorreportaje, sonará obvio, pero el/la fotoperiodista debe tener cámara, pilas o batería extra y trípode por si fuera necesario.
En un mundo saturado de información, el/la fotoperiodista desempeña un papel fundamental al proporcionar imágenes que evocan emociones, despiertan conciencia y cuentan historias que de otro modo podrían pasar desapercibidas. Su trabajo va más allá de simplemente tomar fotografías; implica una profunda inmersión en el mundo de las noticias, una habilidad para ver lo extraordinario en lo cotidiano y la destreza para transmitir la verdad a través de imágenes impactantes.